sábado, 13 de septiembre de 2008


1 comentario:

aramwa dijo...

A menudo pensamos que la mejor ayuda es la monetaria y más cuando descubrimos una sonrisa tan amable, inocente y feliz como la de un niño beduino y nos conmueve el corazón, es entonces sin saber, sin conocer, sin pensar, que nos ponemos la mano en el bolsillo y sacamos una monedita con la certeza de que lo hemos hecho correctamente cuando nos corresponde con otra gran sonrisa.

Tienes toda la razón del mundo Magic, seguramente ese niño tras un montón de monedas ya no quiera volver a la escuela para quedarse en sus calles ofreciendo sonrisas a cambio de unos dinares, y ese niño crecerá, se hará adulto y no tendrá marcha atrás y su sonrisa ya no conmoverá al turista compasivo y tendrá que vender botellas de arena, collares y té en alguna tienda de alguna de sus calles.

Entre todos ayudemos a que tenga sus estudios y si alguna vez decide vender esas botellas que tanto nos gusta llevarnos de recuerdo, o ofrecernos una sombra y un té mientras decidimos que los collares, pulseras o pendientes compramos, que sea libremente...

Demos una oportunidad a los niños y niñas de esta maravillosa ciudad rosa.

Gracias Magic por ofrecernos Madrasati.

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Amman, Jordan