domingo, 28 de junio de 2009

Al rico verano...o no


Ya os veo con ganas de que comiencen las vacaciones, con esa carita que se os pone al imaginar la playa, los chiringuitos, la cervecita fresca, las charlas con los amigos hasta bien entrada la noche...
Quizás estáis ya haciendo la lista del contenido de la maleta, aunque luego metas las cosas más inútiles... ya os veo, ya. El dineral gastado en ese viaje soñado, que seguro será estupendo, pasando calor, rodeados de cientos de turistas y pensando “el año que viene conmigo que no cuenten” , total, siempre decimos los mismo y nunca cambiamos de mes, ¿a que no ? Que más da, es verano... Y mientras, a mi se me queda esa cara de terror, sí, esa de la foto... ¿verano? ¿ya?
Y es que para los que vivimos del turismo el verano es otra cosa, nada envidiable, os lo aseguro. He aquí la experiencia veraniega de esta humilde remitente de cartas desde el desierto más bello y caluroso del mundo...
¿Crisis? ¿qué crisis? . Es cierto que los grupos son menos numerosos:de 45 personas por semana que tuvimos el año pasado, hemos pasado a 20 ó 30.

Primer día.-
La semana comienza el sábado con un vuelo que llega tardísimo. Hace calor, por lo tanto toca madrugar al día siguiente. Antes de las 7.45 ya estamos en el primer hotel. Esta vez comenzamos en Le Royal. Esta recepción me puede, me intimida, siempre espero que me paren en la puerta por llevar esta “pinta”. Aquí debería ser obligación entrar de gala y nada más... La sensación de sentarse en el hall casi vacio de este hotel es sobrecogedora, por la belleza, por la magnitud... (ainnnss, si yo no nací para ser rica). Mientras esperamos, repaso la lista de nombres: muchos apellidos catalanes, algunos vascos,... Antes ya hemos concretado el programa con el chófer, más que nada por calmar los nervios del primer día, que gracias a Dios nunca se suelen perder ya que cada grupo es único.
Van apareciendo nuestros viajeros. Con cara de sueño, espero que bien desayunados, nos miran con curiosidad, preguntándose quizás:¿ serán simpáticos ? ¿y esta, que no parece nativa? ¿quizás otra turista española? ... De momento es más divertido no revelar el misterio.
Camino del siguiente hotel, -esto va por categorías, desde 5* hasta 3*, aunque para nosotros son todos iguales-, completamos el bus y nos vamos a los Castillos del Desierto.
Entre dormidos y expectantes, los miembros del grupo comienzan sus vacaciones con ilusión, y yo me encomiendo a todos mis santitos para que todo salga bien y tengamos una buena semana. Mientras mi compañero les deja un ratito para dormir, voy rogando para que sean participativos, que muestren interés por la historia, por el país. No hay nada más triste y fustrante para un guia que un silencio frio y distante cuando se les invita a preguntar.

Comenzamos en Al Kharana, con aires de fortaleza, de origen omeya y cuya función sigue siendo un enigma. El Palacito de Amra, mi favorito. Pabellón de caza que también servía de hammam. Es el más famoso por su arquitectura y sus frescos, realmente algo “pornográficos” para la época... Preciosa su piedra amarilla y sus formas redondeadas. Azraq, de basalto negro, se le conoce como "la fortaleza de Lawrence de Arabia", dicen que aquí vivió, incluso tiene su propia habitación, visita obligada para los seguidores del personaje... La rehabilitación está siendo magnífica y cada vez se pueden visitar más instalaciones de lo que fue una de las mayores fortalezas del desierto.

Primer buffet jordano, advierto: lo rojo pica siempre, agua embotellada, moderación, no quieran probarlo todo el mismo día... y no, no hay tortilla de patatas, no empecemos con las quejas, ya sabemos que el cocinero no hace el arroz como tu madre, ni se come como en España... señoras, señores, esto no es España, Benidorm sí...

Si la visita se hace rápido, les dejamos un rato libre por las calles del viejo Amman. Lo de “libre” es un decir, pues nos siguen a todas partes... es el primer día andan temerosos todavía,cargados de tópicos; un país árabe, musulmán, hombres barbudos, mujeres cubiertas, uffff que miedito¡¡...anda, anda, y en la próxima papelera que tiren los miedos que aquí ni hay terroristas ni fanáticos, aquí hay buena gente, os queda una semana para descubrirlo.
Por supuesto no les digo nada de esto,una es "profesional", más bien lo pienso mientras caminamos entre maravillosos puestos de fruta, de telas y perfumes de penetrante fragancia.
De nuevo al bus, reparto de hoteles. Nosotros los últimos, total que llegamos a casa pasadas las 9 de la noche... mañana es otro día. Esto no ha hecho más que empezar...
"Continuará"

miércoles, 24 de junio de 2009

Alegria de verano¡¡






Este es un regalo de cumpleaños de Alan (http://alan-lostintranslation.blogspot.com) me gusto tanto...

Quiero desearos a todos el mejor de los veranos, repleto de noches mágicas... Os quiero ¡¡

Besitos a todos, hasta la próxima carta¡¡¡





miércoles, 17 de junio de 2009

Casida del sediento


Casida del sediento


Arena del desierto
soy, desierto de sed.
Oasis es tu boca
donde no he de beber.

Boca: Oasis abierto
a todas las arenas del desierto.

Húmedo punto en medio
de un mundo abrasador
el de tu cuerpo, el tuyo,
que nunca es de los dos.

Cuerpo: pozo cerrado
a quien la sed y el sol han calcinado.


Miguel Henández
********************************
Me sobran los motivos. Feliz Cumpleaños, compañera, amiga, hermana... siempre.
Te quiero ¡¡¡¡¡¡¡
Besos a todos, hasta la próxima huella en la arena.

viernes, 12 de junio de 2009

Amman, un paseo con sentido




Hay distintas maneras de describir una ciudad a través de los sentidos. Contamos lo que vemos, lo queda para siempre en nuestra retina. Recordamos los olores que evocan sensaciones vividas. También están los sonidos que componen una ciudad a los que prestamos poca atención.

La ciudad también tiene su paisaje sonoro. La ciudad murmura, discute, grita, tiene música, nunca está en silencio, es una fuente sonora inagotable. Algunos de los sonidos de Amman son tan característicos que forman parte de su identidad.

Este es un paseo por los sonidos de Amman, un recorrido evocador para todos aquellos dispuestos a descubrirla de otra manera...

Hay un sonido que forman parte de la cultura sonora de cualquier comunidad musulmana: la convocatoria a la oración desde los hermosos minaretes que decoran la ciudad, desde que amanece hasta la puesta de sol.

Otros son parte de la rutina diaria: la música del camión de reparto del gas, muy parecida al de los vendedores ambulantes de helados que acompañan las tardes de verano, el claxon de los autobuses escolares, los niños en las calles con sus juegos y sus risas... Aquí todavía se juega en la calle.
El silencio de la noche se rompe con los fuegos artificiales que se originan en algún lugar cercano, con la celebración de una boda, el cierre de algún buen negocio, o cualquier otro acontecimiento familiar...

La música es otro de esos sonidos que por las noches se cuela en nuestras hogares: algún local de bodas cercano, los salones de algún hotel con la celebración de una fiesta y, en verano especialmente , el que procede de los grandes altavoces situados en cualquier tienda acampada en alguna parcela vacía, tan atronador que es capaz de alcanzar el barrio más alejado, además de durar horas y horas.

Hay sonidos molestos, que nos llegan a romper los nervios, pero que son parte también del ajetreo diario: el ruido incesante del tráfico, el claxon de los taxis ofreciendo sus servicios,las máquinas de la construcción, la excavadora , los motores auxiliares, los martillos hidráulicos... siempre hay un edificio nuevo, una zanja, una obra en la acera que se eterniza. Sobre todo en esta ciudad que está experimentando un cambio tan grande en su fisonomía.

Y sin olvidarnos de los aromas intensos: los puestos de especias, los pasteles recién horneados, los mercados de verduras, las tiendas de perfumes... completaremos el mapa sensitivo de Amman, la ciudad que permanece abierta siempre para el viajero, la ciudad que se pone su mejor cara cada amanecer... esto es Amman.

Aquí está mi corazón, esta es mi casa.

Un beso, hasta la próxima carta.

Foto: Reuters





viernes, 5 de junio de 2009

Rojo...

Cuando dije: "mi traje será rojo", pensaron que estaba loca. Las mujeres de la familia me miraron raro; cuando envié la foto, la familia no dejo de llamarme durante días... ¿rojo? , me preguntaban. Pues sí, ni blanco, ni tipo merengue, ni de diseño Occidental; árabe, bordado en oro y maravillosamente rojo.

Alguna vez os he contado que la lluvia persigue mis días felices, y aquí eso es buen presagio. También os he contado que las bodas son diferentes; celebras el compromiso matrimonial firmando el contrato que te une a tu pareja, sin convite, salvo alguna comida familiar.
Yo me presente en vaqueros, con una camisita muy mona, guapa estaba, eso sí. Cuando una es feliz, nunca podrá estar fea, o ¿ no ?
Al salir a la calle llovía a mares, con un libro de familia del que no entendía una palabra, con 1 Dj de dote en el bolsillo y sintiéndome la mujer más afortunada del mundo, pensé, ¿ ya está? ¿y el arroz? ¿ y los achuchones ?. Estaba sola, con mi marido, nuestros dos mejores amigos, ni familia, ni amigas, nada. Nos fuimos a comer un helado a nuestro café favorito, nos fumamos unas cuantas narguiles.
Habíamos reservado habitación en un hotel del centro. Cuando nos dejaron solos en la habitación, tardamos una semana en salir... pero eso es otra historia.

Pasó un tiempo hasta ultimar los detalles de la fiesta de boda, que así se llama al acontecimiento que durante una semana te tiene visitando familia, asistiendo a comidas multitudinarias, recogiendo regalos.
Durante los preparativos las mujeres de la familia, nos fuimos en busca del traje, una especie de maratón agotador, más aún si no conoces el idioma, si las dos que hablan inglés se empeñan en hacer los comentarios en árabe, por la emoción del momento, se entiende. Todavía no sé bien que me llamó la atención de aquel traje, lo vi y pensé en Wadi Rum al amanecer, en un atardecer en el Mar Muerto, dos de los momentos que había vivido con mi compañero y que me hicieron muy feliz, y supe que era ese el que quería, que me traería buena suerte, más aún, cuando al probármelo me quedaba perfecto...

Y fue gracias a un recuerdo que el día señalado fui la novia más bonita de Amman, con achuchones, arroz y fuegos artificiales.

Pues como decía el poeta: "un recuerdo amorosamente fundado, nos aviva la sangre, nos renueva la piel... " nos lleva a vestirnos de de rojo pasión.


Besitos y buen fin de semana¡¡

PD. FELICIDADES MI AMOR¡¡ que cumplas muchos más ¡¡¡¡ Te amo.


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Amman, Jordan