sábado, 30 de mayo de 2009

Ver vivir...





En Amman amanece pronto.Me gusta madrugar. Se oye a lo lejos la llamada a la Oración.En esta casa se madruga casi todos los días; si hay trabajo, el reloj suena antes de las seis...


He aprendido la importancia de las comidas familiares y por eso siempre desayuno con mi compañero. Después de que mi suegra me contara que con trece hijos nunca dejaba a ninguno hacer una comida solo,y que a la hora que fuera ella se sentaba a la mesa, entendí lo importante que era algo tan normal como compartir un té.


El ritual es sencillo: pan fresco que a esas horas ya está colgado en la puerta, algo de queso, aceite de oliva y un té bien fuerte. Vemos las noticias, comentamos lo que haremos durante el día, nos despedimos y me asomo a la ventana a verle subir al taxi que le lleva a encontrarse con sus turistas a cualquier hotel de la ciudad.


Me gusta quedarme a mirar la calle. Justo en la esquina de casa hay un puesto de café de una marca con sonrisa... es como uno de nuestros kioscos de prensa o de chuches, pequeño, modesto, pero que cuenta con fieles clientes que desfilan por allí durante todo el día.La clientela es variada,va cambiando según los horarios. Está compuesta sobre todo por gente del barrio, bauabs (porteros) de los edificios cercanos, incluido el mio, taxistas que aprovechan para abrillantar sus vehículos con la mano libre, mientas que con la otra sostienen el café humeante, en un ejercicio de malabares imposible, repartidores camino de las tiendas cercanas, vecinos madrugadores que, periódico en mano, hacen de su paradita rutina, estudiantes despistados... Les imagino dando un repaso a la política nacional, contrariados si su equipo de fútbol no ha ido bien esa semana; seguro que hablan de familia. Los bauabs comentan los chismes vecinales...

Muchas madrugadas he calentado mis manos en ese mismo café, americano largo sin azúcar, que con una sonrisa me ha preparado el bueno de Mohamed, el dueño.

Pero en mañanas como esta me reconforta mirar, inventar sus vidas, compartir la lentitud con la que transcurren sus horas, con la tranquilidad de que mañana amanecerá de nuevo y nada habrá cambiado..."nada más que vivir y ver vivir" como dijo el poeta.









Un beso, hasta la próxima carta.


















8 comentarios:

Pilar dijo...

Veo perfectamente lo que describes, esa escena sencilla y cotidiana que ves desde tu ventana cuando te asomas a despedir a tu compañero. Y te saludo desde la ventana de enfrente. Luego nos llamaremos para tomar juntas un café americano largo, pero el mío con azúcar. Y Mohamed nos sonreirá. Y quizá algún bauab nos cuente algún chisme...

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Caramba !! hacía días que te había perdido de vista. Es muy bonito lo que cuentas. Cosas sencillas y cotidianas que cuando las tenemos a veces no nos damos cuenta y cuando nos faltan estamos perdidos.
Buena semana y un beso

aramwa dijo...

Observar la vida, vivir momentos magicos al despertar, comprobar que busca tus ojos, saludar al bauab, el olor a café recien hecho, el roce de su piel, el calor de las tostadas...

Sentir la vida.

Un beso princesa

Arantzazu dijo...

Cierro los ojos y siento que estoy ahí, en esa calle, viendo a la gente pasar, escuchando la llamada a la oración, sintiendo en mis manos el café caliente.... Preciosa descripción de una escena tan cotidiana. Hasta pronto. Un beso.

Anónimo dijo...

Me alegra mucho que empieces el día con un desayuno en buena compañía. Yo tuve una época en la que tenía que comer sólo y, para mi,es una de las cosas peores que hay. En otras ocasiones me gusta la soledad pero lo de estar a la mesa sólo no lo llevo bien, quizá porque recuerde aquellos momentos.
Así que es de agradecer que se tenga a alguien con quien compartir esos momentos, y el desayuno es muy importante.
Espero con ilusión tu próxima carta, ya sabes que siempre que me encuentro con el cartero en el portal le pregunto si llegó carta de wadirum.
¡Besos!

Anónimo dijo...

Que la vida no sea nunca eso que pasa mientras la esperamos. Que la vida sea una maravillosa aventura. Disfruta de la tuya. Un beso fuerte.

Anónimo dijo...

Te gano por media hora en lo del madrugón diario, y no imaginas lo que me cuesta....jajaja.
¿Hay forma mejor de marchar al tajo que un buen desayuno previo en buena compañía y una caricia o un beso que te deseen un buen día....?
Afortunado tu compañero, le envivio y a la vez me alegro enormemente por él.....

Anónimo dijo...

Hola amiga, que bueno pasar a leerte de nuevo. He estado algo aislada últimamente, unos días por problemas técnicos y falta de velocidad en mi pc, y otros días por demasiado trabajo.

Espero pode ir retomando mis buenas costumbres poco a poco.

Espero que tu vida se una aventura llenas de colores

Un abrazo

Datos personales

Mi foto
Amman, Jordan