viernes, 18 de diciembre de 2009

La herida Palestina II




...En cambio León se sentía orgulloso de la historia de su abuelo, que siempre encontraba una ocasión para contar como en el 1948 participo junto con toda la comunidad en la creación del Estado de Israel. De su intervención en la primera guerra con los árabes, tomo como suyas la mayoría de las tierras de cultivo de la que hoy es su gran empresa olivarera.

Y es ahí donde se cruzan las vidas de las dos familias. Ante la guerra y la resistencia de los judíos, millones de palestinos fueron obligados a abandonar su patria. El éxodo masivo les llevo a guardar las llaves de su casa, abandonando todo lo que les pertenecía y a comenzar su peregrinar sin retorno. La franja de Gaza, la Rivera Occidental, Jordania, Siria y Líbano, fueron refugio de la mayoría de ellos. Campamentos improvisados, familias de acogida... una nueva vida, el desarraigo y el dolor de la perdida.

El abuelo Wahhab se vio obligado a dejar sus olivos. Con su esposa y sus hijos, emprendió su camino sin mirar atrás. Había perdido a su hijo mayor en la guerra y el odio puedo más que el dolor. Nunca supo que su casa fue demolida, que el viejo Jacob Wais había tomado posesión de sus olivos milenarios, uniéndolos a las miles de hectáreas que ya poseía.
No entendía en nombre de que Dios se podía dejar a un pueblo sin pasado y sin futuro.

Y transcurrieron los años. Las familias crecían, con suertes distintas. Más enfrentamientos, acuerdos sin cumplir. Comenzó la lucha por el agua, la toma de nuevos territorios. El Golan sirio, la península del Sinaí, Cisjordania y Gaza en el 67. La expropiación de las tierras para los nuevos colonos, la persecución de los nacionalistas palestinos. Las bases militares, la total subordinación de la economía palestina a la de Israel.

Los diferentes acuerdos establecidos, la creación de un Estado y la ausencia de otro. La intervención de los países externos, las numerosas resoluciones que han quedado en nada. El camino de una paz ,al parecer, inalcanzable.

Y Abbas había ido alimentando su odio , con las noches sin luz, con el hambre y el frío. Largas colas ante los puestos fronterizos se sucedían para acudir al médico acompañando a su madre, el ruido de las sirenas en la madrugada, la destrucción de las escuela, el miedo que le acompañaba cada día...

La foto de su hermano muerto ocupaba la pared del salón. Su querido hermano, que una mañana se había despedido de él, con la promesa de recuperar lo perdido... No entendió entonces el significado de la palabra “intifada”. Era el año 1987. El levantamiento popular en Cisjordania y Gaza. Un levantamiento que desenmascaró la realidad del opresor y contó con un enorme apoyo en el exterior. Ahora comparte la inquietud que llevo a su hermano a unirse al levantamiento palestino contra los judíos.

Camino de la reunión en casa de su primo Abdul, está seguro que de esta segunda intifada que comenzó en el 2000 le podría llevar a la muerte, pero que merecería la pena si sus hijos consiguen la liberación tan deseada. Ni el muro del apartheid, ni los bloqueos, ni el encerramiento, podrá hacer olvidar a los antepasados enterrados, las raíces palestinas que se extienden desde Gaza, Birsheva a Jerusalem y Belén; desde Nazaret hasta Jaffa y Galilea. La herencia de su abuelo seguirá intacta en su memoria y en la de los suyos. La sangre derramada, las generaciones perdidas. La esperanza intacta del retorno...

León ocupa su asiento en la sinagoga. Mientras oye las palabras del rabino Leví, se siente orgulloso de sus creencias. Sus aspiraciones políticas le ha llevado a unir sus fuerzas a los que proclaman un estado de Israel fuerte ante el mundo, mantener el carácter judío ante el acoso. Más de la mitad de los judíos israelitas han nacido ya en Israel y son las personas y sus creencias lo que hace grande a un pueblo. Ajeno totalmente a las penurias en los territorios ocupados,piensa, que para que haya un ganador, tiene que existir un derrotado... Es la vida.

Para saber más:

http://elproyectomatriz.wordpress.com/2009/02/01/red-judia-anti-sionista-internacional/

http://www.promisesproject.org/

http://unteporpalestina.blogspot.com/

http://www.nodo50.org/palestina/intropal.htm

http://www.rebelion.org/seccion.php?id=17



6 comentarios:

Arantzazu dijo...

Muy buen relato Magic. Al hilo de este tema te recomiendo este libro: "El hombre mojado no teme la lluvia (voces de oriente medio) y su autora esl Olga Rodríguez. Esta chica es periodista y ha vivido informado los conflictos que se han dado en esta zona (Iraq, Palestina, Líbano, Afganistán...) y ha entrevistado a personas que se han visto afectadas en primera persona. Es muy interesante. un beso y que tengas buen fin de semana. tq.

Anónimo dijo...

Precioso relato amiga, enhorabuena, que bien has sabido plasmar la injusticia de la guerra y lo incomprendible de la ocupación de un territorio. Realmente para que alguien gane otros deben ser derrotados, es el fin de cualquier conflicto. Esperemos que este se resuelva algún día y podamos explicar a nuestros hijos o como mucho a nuestros nietos lo que fue, y lo que ahora por fin es.

Un abrazo muy grande, gracias una vez por tomar en serio mi reto, un besazo muy grande a todas esas personas que tienes cerca y te han ayudado a aprender esta historia para poder compartirla con todos nosotros.

Un beso enorme para tí. Muakaaa

Pilar dijo...

Espero una tercera parte en la que ambos protagonistas se encuentren para firmar la paz. Eso significará que se ha hecho justicia.

Un beso muy fuerte, seño. Eres una maestra.

Isabel dijo...

Hola Magic , ya hace días que te leo , pero como lo he ido haciendo a poquitos hasta que no he llegado al final no doy señales.
Yo poco se de esta tremenda historia solo cuatro lineas de los periódicos y telediarios.
Leerte es personalizar la historia y eso me lleva a recuerdos de hace más de 60 años, aunque no eran los mismos motivos si era guerra y la guerra solo existe porque existen poderosos que las diseñan.....
Un abrazo

Anónimo dijo...

Te quedó genial y creo que lo retrataste todo de maravilla. Como bien dices, este mundo lo hemos creado para que siempre existan dos bandos y sean cuales sean sus colores, uno ganará y el otro perderá. Quizás lo único que se pueda hacer es cambiar las reglas del juego. Con las que tenemos, ya hemos visto que no avanzamos nada. Me gustó mucho tu relato y como ya se ha apuntado por aquí, ojalá algún día puedas escribir la tercera parte y nos cuentes como un conflicto tan sangriento y antiguo, por fin pudo solucionarse. Un abrazo enorme y mi admiración por tu valentía. Cuídate mucho, amiga.

aramwa dijo...

Una historia entre tantas historias vividas por contar. Yo tambien espero un tercer capitulo y LA PAZ.

Un beso lleno de arena

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