domingo, 27 de diciembre de 2009

Las llaves...



LAS LLAVES: Simbolizan el irrenunciable derecho al retorno del pueblo palestino a su tierra y a sus hogares que les fuera arrebatado por los sionistas desde 1948.



Un grupo de artesanos del campamento de refugiados Ayda cerca de Belén han estado trabajando durante dos semanas en la construcción de los que ellos denominan “la llave más grande del mundo” para llamar la atención sobre la lucha de los refugiados palestinos por su derecho al retorno a sus casas en Palestina histórica.
Munthir Amira, quien supervisó la construcción de la llave, dijo a los periodistas, "la llave no está a la venta".
Muchos refugiados palestinos todavía tienen las llaves de las casas que ellos dejaron hace 60 años.
Según Amira, la frase "no está a la venta" será escrita sobre la llave en rojo, indicando que los refugiados no tienen la intención de abandonar su derecho de volver. La Resolución Nº194 de la Asamblea de Naciones Unidas, aprobada en diciembre de 1948, dice que deberían permitir a los refugiados que deseen hacerlo volver a sus hogares " en la fecha más pronta posible".


Además de llamar la atención de palestinos, israelíes y del mundo en general, Amira indica que la gigante llave está destinada a dejarle el siguiente mensaje a los niños palestinos, "esta es tu llave al retorno, asegúrense de completar la misión."

Un viaje y unas llaves. Un exilio forzado, como casi todos los exilios. Llevaron bajo el brazo recuerdos, la tristeza y la humillación de quienes son expulsados de sus hogares; y en sus manos, las llaves de aquello que quedaba en el pasado, apropiadas por nuevos habitantes: sus viviendas.


Pero hay más historias sobre llaves. Pequeñas tragedias que ocurren en la actualidad...



"...El ejército israelí sostiene que sus soldados no confiscan llaves. Ahora cerca de 60 juegos de llaves pertenecientes a coches palestinos y confiscadas por soldados israelíes cuelgan de ganchos dispuestas como para una exposición. En total suman más de 100 llaves diferentes. Son llaves de automóvil unidas a llaves del hogar, de la oficina, de la tienda, del almacén..., llaves arrebatadas por los soldados por varias y diversas razones.
Constituyen una muestra del botín privado del soldado X, que acaba de finalizar su servicio militar obligatorio en una unidad operativa del ejército israelí y que cumplido la mayor parte de su tiempo de servicio en los territorios ocupados. X decidió llevarse consigo las llaves almacenadas en un puesto militar cercano a Belén para divulgar las hazañas de sus camaradas. "Cuando entramos en la sala de operaciones vi una caja de metal llena de llaves", nos cuenta. "Entonces me dije: ya que hay tantas, tengo que llevármelas a casa. Algún día tendré que contar la verdadera historia, especialmente después de haber leído unas declaraciones de la Oficina del Portavoz del ejército israelí en las que niega que los soldados israelíes confisquen coches. Me dije: ¡Diablos, si yo mismo he estado en misiones cuyo objetivo era precisamente ése! Por ejemplo, si alguien conducía durante un toque de queda le quitábamos las llaves y le decíamos que fuera a buscarlas al Checkpoint 300 (la barrera de control situada a la entrada de Belén). Así funcionaba la cosa. Estoy convencido de que esas llaves permanecieron colgadas en la sala de operaciones durante mucho tiempo". Llaves unidas a un mando de control remoto, una llave solitaria, un juego de llaves atado a una herradura con la inscripción "Jerusalén" grabada encima. Otro juego unido a una etiqueta amarilla de plástico con un nombre árabe escrito sobre ella. Un manojo de llaves ligadas con un fino lazo de zapatos. Un llavero de Daewoo y otro de Chevrolet -el sueño americano. Una llave de Toyota unida a otra de un Opel. Un llavero en forma de extraterrestre, una llave con la inscripción "Made in Italy"... Más y más llaves, cada una con su propia historia, llaves que una vez abrieron algo para alguien, llaves que fueron esenciales, que acabaron confiscadas arbitrariamente por los soldados israelíes y que nunca fueron devueltas a sus propietarios..."



http://www.rebelion.org/palestina/040426levy.htm



Y otras tragedias mayores, como llevar las llaves de tu cárcel en la mano...



"Hani Amer es un Palestino de 50 años que vive con su familia en el pueblo de Mas'ha cerca de Salfit en una cárcel de un tipo especial. Hani dice "estoy encarcelado y tengo la llave de mi cárcel", apuntando al muro de apartheid y las puertas metálicas con alambre de puas que ha puesto la ocupación Israelí

En la opinión de Hani el sufrimiento mayor empezó a principios de los ochenta cuando Israel empezó la construcción de la colonia "Alkana", y más de eso por la construcción del muro de apartheid que separó su casa de las casas de su pueblo y lo dejó junto a su familia viviendo cerca de los colonos.
Agresiones repetidas de los soldados y colonos , amenazas para que deje su casa, invasiones nocturnas de la casa dejando a toda la familia durante horas fuera por la excusa de buscar sospechosos, disparar a su casa , negar de darle la llave de la puerta que esta cerca del muro para ir y volver a su pueblo, etc.

Después de muchos esfuerzos de las organizaciones de derechos humanos, Hani tiene la llave de esta puerta, controlado por las cámaras de vigilancia que se mueven según los sensores de movimiento. Esta familia no puede salir junta de su casa, uno de ellos tiene que quedarse permanentemente en casa " para no llegar y encontrar la casa llena de colonos y los muebles a fuera" como comenta él...



Historias de llaves. Símbolo de resisitencia.

Un año de la masacre de Gaza. En nuestro recuerdo, siempre.
Palestina libre.

3 comentarios:

PILAR dijo...

Tristes historias de llaves y puertas cerradas. Y cerca de Belén. Paradojas de la vida. Ójalá que los Reyes Magos, a quienes les debe pillar cerca el tema, este año lleven a sus dueños esas llaves de sus casas, de sus coches y de su libertad.

Qué bien haces con recordarlo. Un beso, Magic.

aramwa dijo...

Llaves guardadas junto al corazón esperando volver a abrir esas puertas que cerraron hogares. Solo la esperanza sigue abierta, los hogares... quien sabe...

Arantzazu dijo...

60 años esperando retornar a sus hogares, 60 años de angustia, de desespero, esto en cuanto a las generaciones anteriores, pero, ¿y las futuras?, ¿también tendrán que estar otros 60 años esperando volver a un hogar en el que no estuvieron físicamente, pero que en su corazón seguro que conocen muy bien?. Pidamos a este año que comienza que llegue el entendimiento de una vez y todos aquellos palestinos que están esperando puedan vovler a su hogar. ¡Feliz año!

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