jueves, 2 de julio de 2009

Pompeya en Jordania...



Segundo día.- A las 5.30 suena el despertador. Yo a veces dudo si las calles estarán ya puestas a esas horas... Al salir descubro que la ciudad parece desierta, la luz la hace realmente bella. ¡Ay de los que dicen que esta ciudad es fea!
7.30, primer hotel, el recorrido es a la inversa del día anterior, para que no tengan que madrugar siempre los mismos...ya nos espera nuestro bus en la puerta. El chófer sonriente nos ofrece el primer café de la mañana. Es un buen hombre, ya hemos trabajado con él muchas veces, tiene buena mano con los viajeros. Por supuesto es del Madrid...Hoy nos vamos a Jerash, 50km de Amman. Hace mucho calor y son 3 horas de visita.

Nuestros viajeros van apareciendo con carita de sueño, casi dan ganas de pedirles perdón, pero será una bonita visita y merece la pena madrugar.
Continuamos con el resto de los hoteles, nos ponemos en marcha.Me siguen mirando como la “rarita” del grupo. De momento soy una acompañante más, el misterio da mucho juego y es un buen ejercicio de psicología turística, me da la oportunidad de conocer las opiniones de la gente.Aquí debo aplicar la inteligencia emocional para manejar la situación*.

Salimos de Amman camino de Jerash, ciudad antigua que ha visto el paso de griegos, romanos y bizantinos. Fue fundada por Alejandro Magno, aunque ha cambiado su nombre en varias épocas: Garshu, Antioquia y el nombre con el que ha entrado en la historia: Gerasa, también llamada la “Pompeya del Este”.
El guia nos deja echar una cabezadita. Poco antes de llegar a la ciudad, micrófono en mano, comienza su explicación sobre lo que veremos durante la visita y sobre la historia de la Jerash.
Llegamos al centro de visitantes muy pronto, apenas hay grupos, estaremos más tranquilos. La visita suele durar tres horas, comeremos aquí. Si las hacemos rapidito hay premio, aunque ellos no lo saben todavía.
Comenzamos en la Arco de Adriano. Las mejores fotos se hacen ahora, cuando el sol ilumina las piedras. Se van acercando algunos muchachos para vendernos postalitas, chicles...hay alguno encantador que te las vende en 7 idiomas. Son parte del paisaje. Hay que tener un poco de mano dura y paciencia. Hacerles saber que no deben agobiar, eso es parte de mi trabajo.

El Hipódromo, uno de los edificios más grandes de la ciudad. Mide unos 240 m de largo, 50 m de ancho y en sus buenos tiempos tenía cabida para unas 15.000 personas. Hay un espectáculo realmente curioso. La compañía Jerash Heritage realiza una obra simulada, con luchas de gladiadores, cuadrigas y sonido ambiente... unos “romanos” un tanto peculiares, la verdad.

Pasamos por la puerta Sur. Es la entrada principal a la ciudad antigua, gruesas murallas semi derruidas. Nos conduce a la lo que es sin duda la imagen más bella de Jerash, su Plaza Oval. El foro, bien conservado, su curiosa forma oval es lo que más llama la atención de los viajeros.Grandes losas en el suelo y columnas jónicas. Puede parecer que al estar a los pies del
Templo de Zeus su función era además de religiosa, cultural. Tiene una columna central que demuestra el carácter sagrado que la plaza tenia para sus habitantes...¿seguro que Bernini no visitó Jerash antes de hacer su famosa Columnata de San Pedro?...
Y así nuestro paseo nos lleva por el Teatro Sur, allí unos músicos, con la indumentaria típica de la soldadesca jordana, nos deleitarán con su música de gaitas...Mientras, subimos las gradas para contemplar mejor el entorno, con capacidad para unas 3000 personas. Cuenta con una acústica increible. Es utilizado en lo que fue el Festival de Verano de Jerash, llamado ahora Festival de Jordania.
Subimos la colina que está justo enfrente. Una pequeña cuesta hasta llegar a la Iglesia Bizantina de los Santos Cosme y Damián.En el suelo mosaicos del S.VI, tan bien conservados que podremos ver burros, camellos, árboles y extrañas figuras en forma de cruces...
Las conversaciones entre nosotros van derivando desde el calor a la procedencia de cada uno. Se formulan las típicas preguntas de quien se ve obligado a compartir una semana con extraños. A mi las de ¿ viajas sola?. Les digo que no, que viajo con todos ellos. A los comentarios del guia sobre mis anteriores visitas, sitiendo su curiosidad les digo que soy guia acompañante... para resolver sus posibles “incidencias” viajeras.Por el echo de ser española, siempre noto en sus sonrisas que se quedan más tranquilos.

Llegamos a lo más alto de la colina, al Templo de Artemisa, sus columnas rosas mil veces fotografiadas parecen querer retar al cielo en poderío y belleza. Sin duda es la zona más bella para mi. Maravillosa en sus tiempos por sus mármoles, bóvedas y pórticos. Fue utilizada como centro de artesanía para los bizantinos, y como fortaleza para los árabes.
Y así pasito a pasito, dejamos atrás el Teatro Norte. Tomamos el camino del Cardo Máximo. Es la calle principal, bordeada por más de 200 columnas corintias y jónicas. Nos lleva a descubrir los monumentos más interesantes: Templo de Dionisio,la Catedral, Ninfeo... y los curiosos surcos dejados en la calzada por las ruedas de los carros.

Volvemos a pasar por el foro y tomamos la salida. La visita ha sido buena. Una cervecita bien fría en el restaurante, a la izquierda de la puerta Sur, nos va a saber a gloria...Aquí comeremos nuestro segundo buffet jordano.El restaurante cuenta con una gran terraza con una fuente, ideal para almorzar. Eduardo, su dueño, es muy simpático, se desvive por complacerte.Tienen un horno de donde sale un olor maravilloso de un pan grande y crujiente recién horneado.La comida es buena, variedad de entrantes, platos principales,frutas fresca y los dulces: unos 10dj con una bebida y té o café.

Los viajeros comienzan a definir su carácter, se formen los inevitables grupitos. Aparece el líder que maneja la situación como nadie y tiene fieles seguidores.Algún matrimonio de mayor edad, algo quisquillosos, con el itinerario siempre a mano. No les gusta mucho las sorpresas, me temo y ya me han dicho que es demasiado pronto para volver al hotel...Su consigna siempre es “yo pago, yo exijo” . Pretenden que se cumpla todo sin omitir detalle. Ellos pagan, ellos deciden. Una pena, pues el resto se muestra más cooperantes, muestran curiosidad y ganas. Aportan sus ideas y eso enriquece el viaje.
Es cierto que es temprano, hablo con mi compañero y decidimos que en el bus les hablaremos de nuestro “premio”.Así se lo planteo a todos, cuando ya han tomado posesión de sus lugares en el bus. No entenderé nunca el porqué de esa práctica, guardan los sitios desde el primer día... Encantados ponemos rumbo a Amman.
El premio: un té en un café con solera del Jabal Amman. Me acerco a una pastelería y traigo todo tipo de delicias. Es nuestro regalo para ellos, la bienvenida... Welcome to Jordan ¡¡¡

*http://www.inteligencia-emocional.org/

Mañan salimos para Petra. ¿Todos preparados ?... Besitos viajeros

8 comentarios:

aapayés dijo...

Que maravilloso.. me has dejado con el deseo de viajar y conocer. pues esta historia no la sabía...

gracias por compartirla..

saludos fraternos con cariño
un abrazo siempre solidario.

besos muchos..

Arantzazu dijo...

¡Maravillosa la visita!, leyéndote me acuerdo de mi visita a esta preciosa ciudad. Gracias por hacérmela recordar. ¡Preparada para la siguiente visita!. Un beso. tq.

Anónimo dijo...

¡¡Ay, esas gaitas jordanas me han llegado al alma..!!..Al fin y al cabo, no se diferencian tanto de las gallegas, y.....una buena gaita, siempre es una buena gaita, jajaja.
¿Así que el siguiente destino es Petra...? Pues mira, me apetece muchísimo volver.....Realmente teneis un gran tesoro ahí, y yo desde aquí, desde mi Galicia y recién aterrizado, me haré virtualmente los 4.069 Km que me separan de ti, y bien tempranito ya estaré listo para la nueva aventura, y sin rechistar....
Salud compañera, desde la ciudad olívica.

Isabel dijo...

Bueno pues aquí estoy en mi viaje soñada tanto tiempo. Hoy mientras paseábamos soñábamos en como será ese momento. Yo de momento disfruto leyéndote. Mañana Petra . allí estare. El té estaba buenísimo.

PILAR dijo...

¡Qué recuerdos! Jerash, tan precioso y tan bien conservado..., sus teatros, los gaiteros, los templos, esas columnas maravillosas, la plaza oval, parece que sigo allí. Y es que sigo allí...

Gracias por hacérmelo ver, como siempre.

Por cierto, los turis se sientan en el mismo sitio siempre por pura manía (cada uno tiene la suya): los que se sientan delante porque atrás se marean, los que se sientan cerca de los guías para enterarse mejor, los que quieren ver la panorámica desde los primeros asientos, los que no tienen más remedio que sentarse atrás porque siempre llegan tarde y los asientos buenos ya están pillados...

Un beso, amiga.

aramwa dijo...

Ains!!! que recuerdos, me gusta pararme en el cardo maximo y contemplar cada una de las piedras e imaginarme la vida en su época de apogeo, por cierto APARTA que viene una cuadriga por el sur. jeje

Espero el momento de Wadi Run impaciente por qué sera?

Un beso princesa, dulces sueños

Anónimo dijo...

Es una pasada viajar a través de tus palabras. Me encantan tus crónicas, niña. Ojalá algún día pueda seguir tus huellas y convierta este viaje con la imaginación en algo real. Me alegro de que te gustara mi capricho andaluz. Un beso fuerte y cuídate. Hasta pronto.

Santa dijo...

Qué bien te lo pasas con la gente... y luego te quejas...jajaja

La verdad es que hay que tener paciencia-emocional para rato, para aguantar las chominadas de cada personaje que aparece por ahí!

Yo aprendí un montón del profe(sobre todo a nivel moral) de un curso de alta montaña por tierras Oscenses...

Besitos con olor a té verde y hierbabuena

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