jueves, 5 de noviembre de 2009

Aquellos maravillosos años...


Leo que Barrio Sésamo cumple 40 años. Y de repente, los recuerdos se agolpan en mi mente. Los personajes con los que crecí, de los que tanto aprendí.
He buscado en mi memoria los momentos felices; sus nombres, las canciones , las imagenes retenidas de mi infancia.
Casi he podido saborear de nuevo el bocadillo de nocilla, el de aceite y azúcar. He vuelto a recordar mi aversión al colacao...

El Barrio fue cambiando, igual que cambiaba mi mundo entonces. La gallina Caponata, Caracol y Pérez-Gil, dejaron paso a Espinete y Don Pipón, a Chema el panadero... " panaderos soy, porque se hacer pan..."
Aprediendo a contar con el Conde Draco, a destripar galletas con Triqui. El reportero más dicharachero, Gustavo...
¿Recordáis las melodías?

" Que bonito el ancho mundo,
yo soy viajeros de vocación...
trota trota trota mundos soy..." que cantaba Don Pinpón.

El Barrio más grande del mundo, también se ve en Jordania y con muchisimo éxito entre los niños. Se llama Hikayat Simsim. Sus personajes son , Tonto, de casi 4 años de edad. Es optimista, entusiasta. Juljul, es algo mayor, quizás 6 años. Paciente, educado y correcto. Su confidente es el abuelo , Jiddo Simsim.
El programa ofrece un mensaje participativo. Los niños van aprendiendo habilidades básicas relacionadas con la alfabetización, hábitos saludables y pensamiento crítico.
Además su contribución es muy importantes en la educación de las niñas, en la apreciación de la diversidad, la salud y la nutrición y el orgullo cultural, con el lenguaje, el arte y la música.
La Fundación Sesame Workshop junto con diversas fundaciones e instituciones locales dedicadas a la infancia, hacen una gran labor de difusión. Distribuyen material escolar, cuentos, vídeos, a los colegios y guarderías. Además de guias para padres y educadores.
Intento ver el programa cada vez que puedo. A mis sobrinos pequeños les entusiasma. Me miran asombrados al ver como sigo cada una de las historias. Repitiendo números y letras, he encontrado la mejor manera de afianzar mis conocimientos del idioma... y encima me lo paso en grande ¡¡¡

También en Palestina el Barrio hace una gran labor. Se llama Shara'a Simsim. Un poco de luz y alegría allí donde más hace falta.
La Señorita Hannen es su protagonista. Le gusta llamar la atención, tanto que a veces se disfraza de super héroe y repite sin cesar ¡Yo puedo, yo puedo! Y Karin, una especie de gallina multicolor.
No hace referencia alguna al conflicto político de la región. Pero sí, tiene historias destinadas a enseñar a los niños habilidades para afrontar pérdidas y destrucción. Además de introducir modelos positivos que les ayuden en su desarrollo, con actividades y pasatiempos.Todo para que puedan encontrar una salida saludable para las emociones complejas que viven día a día.

Como veis un mundo imaginario del que hemos aprendido todos. Tan vigente ahora como en aquellas tardes de los 70, cuando entusiasmados no sentábamos delante de la tele con aquel bocadillo tan rico...
Saludos y besos nostálgicos.


7 comentarios:

PILAR dijo...

Pues sí que es bonito lo que cuentas, pero ¿por qué yo no lo viví? No me acuerdo de haberlo visto nunca y sin embargo sé que lo ponían, ¿dónde estaba yo? Pues ni idea, chica. Es que no me suenan ni las canciones, aunque sí recuerdo la música, qué curioso!

Pero está muy bien que haga una función educativa tan interesante, incluso para tí con el lenguaje.

En lo que sí coincidimos es en el bocata de Nocilla. ¡Qué recuerdos! Ahora... prohibidísimo; como mucho, un Nesquik con leche desnatada, calcio, eso sí.

Un beso, maiga, magia.

isis de la noche dijo...

Yo también lo recuerdo amiga!!!!

Y recuerdo que cuando tenía 19 años volví a ver esa serie y me emocionaba igual ;)

Me gustaba tanto el 'conde Contar' jajaja...

ay.. bien lo dices amiga querida...

"esos años maravillosos"

A mí me encantaban las partes animadas... me asombraban tanto los colores!! ;)

Y en fin... ahora ya sabemos contar pero es bueno que no perdamos esa infantil emoción ante lo simple..

un abrazo inmenso!!! recibe todo mi cariño, el de siempre ;)

Santa dijo...

Era un mundo tan inocente y divertido..!

Me alegra saber que en Palestina hay un Barrio Sésamo...

Gracias por los rayos de optimismo!

Besos de fiesta de la Almudena

Mayte dijo...

Que bellos recuerdos , madre ya pasaron 40 años, ni cuenta te das que el tiempo pasa tan rapido y que tardes tan buenas que nos ha dado la nocilla.....tengo que reconocer que de vez en cuando sigue dandomelas. Un beso

Damián dijo...

Calamaro canta los versos de Gardel que dicen "veinte años no es nada"
Ahora veo que, cuarenta tampoco lo son.
Un abrazo enorme y gracias.

Isabel dijo...

:) Me has traído a la memoria la infancia de mi hijo. Yo como mamá de un peque por aquellos años también veía los programas y eran realmente buenos los personajes el preferido de mi hijo era el monstruo come galletas. Un día se lo regalamos y todavía recuerdo su carita de asombro Triqui el monstruo había llegado a su casa casi le dio un ataque de nervios que no sabíamos como calmar hasta que se dio cuenta de que solo era un muñeco. Han pasado ya muchos años.....
Un abrazo nostalgico

Arantzazu dijo...

Joooo, snif, snif, ahora mismo tengo en la cabeza la sintonía de la serie, me encantaba coco, con sus enseñanzas, ¡ahora estoy cerca, ahora lejos!, y qué me dices de Epi y Blas, jajaja, qué bien lo pasaba y comiendo pan con chocolate, mi madre no era muy dada a comprar nocilla, pero es lo mismo, sabía a gloria. Un abrazo hermanita. tq.

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