domingo, 14 de noviembre de 2010

Bienvenidos a la gran fiesta...

Desde hace unos días cientos de corderos resignados y dispuestos a ser sacrificados, pasean sus carnes magras por los mercados. Su sacrificio en nombre de Alá librará de los pecados a millones de almas que desde hace miles de años creen en su carne redentora.



La imagen de los probrecitos corderos con sus balidos tristes, es totalmente opuesta a la alegría y la felicidad que se vive en las calles. Puestos y puestos de golosinas; envoltorios brillantes, multitud de sabores y olores...
Corderos, matarifes, especieros y carniceros, todos en un mercado que bulle.


Se acerca el gran día, la fiesta más familiar. El Eid Al-Adha es sinónimo de comidas, invitaciones, momentos dulces, alegrías y besos, muchos besos.
Cada uno tiene una tarea encomendada; preparar comidas, embellecer la casa, arreglar la ropa de los niños que estrenan vestimenta... y así hasta el día señalado.




Y llega el gran día...
Desde el amanecer se siente el movimiento en toda la casa. Bandejas de té, dátiles, dulces, todo bien dispuesto y la casa perfumada. Es la hora del desayuno.
El cordero espera en la cocina a que las manos de los hombres lo despiece con mano experta. Se aprovecha todo del animal . Las vísceras para la comida, la carne firme y jugosa para la cena y una parte para repartir entre los vecinos.

Nos vamos arreglando con las ropas más lujosas; preciosas abayas bordadas para nosotras, casi siempre blancas para ellos. Los niños que corretean nerviosos entre la casa y el jardín, intentan mantener, sin mucho éxito, la ropa nueva limpia y perfecta. Buscan caramelos y algunas monedas , reparten besos y felicitaciones.
Es un ir y venir constante de amigos, familiares y vecinos. Todos los besos del mundo, más felicitaciones. Es imposible no dejarse llevar por la alegría contagiosa.
Van pasando las horas, los momentos importantes. La comida, la charla y el té con galletas. Los paseos a las casas cercanas, más té, más galletas.
Preparar la cena entre risas y achuchones de cariño...
Para terminar música y fuegos artificiales. Los niños felices y rendidos al sueño.
Los mayores agotados pero satisfechos. Un año más cumplido el ritual esperamos que nuestra familia siga unida hasta el próximo año. Más ligeros los bolsillos , pero con el corazón repleto de amor por el prójimo. Un año más...
Besos y abrazos dulces.


5 comentarios:

Arantzazu dijo...

¡Eid al Adha!. Espero que hayas pasado un dia estupendo. Muchos besos.tq.

PILAR dijo...

Pásalo muy bien y disfruta de tu familia jordana. Sé que todos tus deseos se cumplirán porque te lo mereces y Alá, Dios, Buda, Shiva, Vishnu y hasta Dushara y Allat se unirán para hacerlo posible.

Un beso muy fuerte, mi maiga querida. Otro para tu santo.

Isabel dijo...

Bueno , eso es buenísimo, hay que disfrutar siempre que se presente la ocasión. Un abrazo y pasalo lo mejor posible que yo me quedo leyendo y viendo esa fiesta, ¡del cordero?

Anónimo dijo...

¡Gracias por la bienvenida a la fiesta!.
Ya sabes que le debo mucho a tus cartas, ;-)
Con ésta me has hecho partícipe de vuestra alegría.
¡Qué disfrutéis de Eid Al-Adha muchos y muchos años!
¡Besos, compañera!.

Willy dijo...

... y de ese corderito que saluda desde el coche ¿ queda algo ? el pobre tan amable sin saber lo que le esperaba.
Saludos

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