Creo en las almas gemelas. Personas que te vas encontrando en el camino y llegan a tu vida para quedarse.
No importa la distancia, ni el tiempo que tarde el reencuentro. Están ahí, para ti, para los tuyos.
Esta es una historia de amistad. Fraguada a golpe de teclado, noches de insomnio y risas compartidas.
Hablar de la vida, soñar viajes, desvelar secretos... todo con la promesa del ansiado encuentro.
Y por fin estoy ahí, y estás para recibirme con tu cálido abrazo. Descubrimos juntas " los mares de China" . Paseamos por las calles de la ciudad como niñas con ganas de aprender, de descubrir, de descubrirnos.
Homenajeamos nuestros paladares y nuestros sentidos. En fin, disfrutamos de la oportunidad que la vida nos brindaba, estar juntas cada segundo.
El final feliz del cuento, dos reinas maravillosas en el Hotel Palace, rodeadas de lujo y glamour. No imaginamos mejor manera de poner, continuará...
Gracias
Besos y abrazos por igual
8 comentarios:
Ah.. qué maravillosa experiencia.. Me alegro mucho por ti mi querida amiga..
Que la magia te siga acompañando en cada paso del camino ;)
besos miles!!!
Precioso post.
No hay mayor regalo que rodearse en la vida de gente que nos cuide y vele por nuestra felicidad. Así, el camino siempre es mucho más intenso y se llena de magia.
Afortunada tu alma gemela :-))
cuídate mucho, reina del desierto.
Quien tiene un amgio tiene un tesoro ¿no?, pues eso, tenerte como amiga es un gran tesoro. ¡Que tengas una estupenda semana!. Un beso. tq.
Celebro ese reencuentro!.
Me muero por no vivirlo!.
Besos miles
Mira al horizonte, pero no lo ve. Otra vez más se ha quedado ensimismado y el nudo en la garganta, que le va siendo tan familiar, hace su presencia.
En ese instante fue consciente del calendario. ¡Cómo era posible que sólo faltasen unas pocas semanas para que se cumpliese un año!. Un año desde que aquella losa le cayera encima tras comprobar que las amistades que le ofrecían eran chanzas.
Le parecía que no era posible. Sabía que el año había transcurrido lleno de acontecimientos. Viajes maravillosos, buenas nuevas y dificultades, operaciones quirúrgicas, nuevos horizontes y una catarsis de la vida en pareja. Y sin embargo...todo seguía igual. sentía lo mismo que muchos meses atrás.
Se decía que no, que el tiempo no lo cura todo ni la distancia es el olvido. Sólo la muerte o un sucedáneo de ella, como un mal mental degenerativo, podría hacerle olvidar a quién creyó su amigo.
Y es que aunque esté en ciudades maravillosas, allende los mares, a miles de kilómetros, en museos, palacios y paisajes, su cabeza siempre gira en torno a lo mismo: una profunda, intensa y cruel añoranza.
¿Cómo disfrutar plenamente de lo mucho que la vida le regala, incluso de la comprensión y el cariño de quien le quiere, si su mente le tiene presente siempre?. ¿Cómo darse cuenta de que el tiempo pasa si su amistad frustrada es el último pensamiento antes de que el sueño le venza y el primero de la madrugada?
Unas migajas de correspondencia de esa amistad le hubiesen bastado para ser feliz. Sin embargo, eso le fue negado. Envidia, envidia a todos los que pueden disfrutar de una verdadera amistad.
Desazonado, a veces se quiere convencer de que es posible que él le recuerde con algo de cariño, para luego creer que le está engañando de nuevo e instantes después pensar que quizá le extrañe.
Si leyese este canto a la amistad que es esta entrada, lloraría. Lloraría con sosiego y dulzura...como hacen los hombres cuando nadie les ve.
Lloraría...como yo lo estoy haciendo ahora.
Sí, estos rincones nos dejan milagros.
Hasta mi nueva entrada había tenido el blog un poco estático. es un mes de locura viajera aquí. Hay lleno total...
Y leo todos vuestros comentarios y me siento feliz de contar con vuestra amistad. Gracias a todos y cada uno de vosotros.
Anónimo me has emocionado con tus palabras... gracias ¡¡ Estás en tu casa.
Pedro, pasaré por tus letras...
Es para pensarlo. Después de tantos meses sin abrir tus cartas, un impulso me llevó a hacerlo precisamente en esta entrada. Es como si los dioses hubiesen guiado mis pasos. Me alegro infinitamente de haberte leído. Es mucho lo que llevo dentro y poderlo expresar, como lo he hecho, me alivia.
Gracias a ti, querida Magic. No me podías haber dicho nada mejor.
Un beso.
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