Casida del sediento
Arena del desierto
soy, desierto de sed.
Oasis es tu boca
donde no he de beber.
Boca: Oasis abierto
a todas las arenas del desierto.
Húmedo punto en medio
de un mundo abrasador
el de tu cuerpo, el tuyo,
que nunca es de los dos.
Cuerpo: pozo cerrado
a quien la sed y el sol han calcinado.
Miguel Henández
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Me sobran los motivos. Feliz Cumpleaños, compañera, amiga, hermana... siempre.
Te quiero ¡¡¡¡¡¡¡
Besos a todos, hasta la próxima huella en la arena.
8 comentarios:
Hermoso poema..
un gusto inmenso leerte.
saludos fraternos con cariño
un abrazo siempre solidarios..
besos
Permíteme agradecerte este regalo, mi amiga mágica, que para mi tiene más valor que cualquier objeto.
Y ahora vamos a reirnos juntas del mundo y a expresarlo de una forma más prosaica, vaya: lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible.
Aunque hay una esperanza, la otra vida...
Cuánto te quiero.
Arena del desierto, eres, pero también poesía...y brisa...y oasis.
Un gran abrazo.
Pues esta ha sido una bellísima huella en la arena! ;)
un abrazo inmenso!!
Que tengas unos días maravillosos, mi querida amiga ;)
Precioso poema hermanita y cuanta verdad puede esconder en ocasiones. Un placer leerte. Un beso enorme.
bello... como todo lo de Don Miguel Hernandez
y como dice Serrano.. la arena de los relojes... hizo crecer el desierto!!!
besos!
Poco se puede decir ante la poesía gigante de M. Hernández
Como inmenso es el desierto y tu corazón donde hay amor para todos...
Besos frescos Asturianos
uffff Miguel Hernández
poco se puede decir
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