La cultura beduina es patrimonio de Jordania desde hace milenios. Hasta hace 75 años aprox. la mayoría de
los habitantes de este país pertenecían a las tribus beduinas. Jordania es una nación joven, no así sus habitantes originales, que habitan estas tierras desde los años 4500.3200 antes de Cristo.Familiarizados con las tierras bíblicas de Amón, Moab y Edom, su estilo de vida está marcado por su carácter nómada y por vivir al ritmo que marcan las estaciones y las necesidades de los rebaños. Su vida transcurría entre las tiendas de campaña y el desierto. En la actualidad un 75% de la población jordana vive en centros urbanos, exactamente al contrario que hace un siglo. No es raro oír hablar a los más cosmopolitas habitantes de Amman sobre sus abuelos beduinos.
La cultura beduina se caracteriza sobre todo por la hospitalidad, aunque hay otras características que han marcado su seña de identidad.
La Hospitalidad como norma de vida. " Ahlan wa sahlan" , " Bienvenido" es la frase más repetida entre los habitantes del desierto. Al entrar en una tienda es señal de respeto quitarse los zapatos, en la antigüedad se ofrecía agua para lavar los pies del invitado después de un duro viaje. Nos ofrecerán café, de echo la cafetera está siempre cerca del fuego. El jefe de la casa nos ofrecerá una y otra vez tazas de esta aromática bebida aromatizada con semillas de cardomomo, pero no debemos tomar más de tres, seria una falta de educación.
La vida en el desierto, con sus peligros y sus dificultades hacían que confiar en los extraños y la necesidad de la comunidad fuera una norma básica de subsistencia. Por eso era costumbre de los beduinos acoger a sus invitados durante tres días. Procurándoles agua, comida, refugio y protección, sin hacer preguntas. Está era la base de la hospitalidad beduina. Pasados los tres días se planteaban las cuestiones necesarias para la continuidad del viaje. Era una cuestión honor personal proteger al invitado.
Honor y vergüenza. El honor no es una cuestión personal, está basado en la familia, en el clan y la tribu. Las acciones individuales tienen repercusión en todos ellos. Era absurdo pensar de manera individual y autosuficente en un entorno tan hostil como las antiguas tierras de Medio Oriente. Esta creencia permanece hasta ahora, fortaleciendo el tejido social de Jordania.
Beduinos en la actualidad. Habitantes de Petra y Wadi Rum, los asentamientos beduinos casi han desaparecido en el resto del país. Se pueden ver algunas tiendas en las afueras de ciudades importantes. Las escenas de pastoreo en cualquier parcela de Amman llaman la atención de propios y extraños. Al abandonar las cuevas de Petra, viven , a su pesar , en aldeas cercanas, imposible de alejarles de las ruinas han cambiado su estilo de vida al comercio, a la venta de recuerdos y ha realizar trabajos de guía para turistas. La llamada policía del desierto está compuesta sobre todo por los más experimentados habitantes de esta zona de Wadi Rum.
Es en Wadi Rum donde el viajero puede experimentar la vida auténtica beduina, en las tiendas cercanas a los lugares de interés siempre habrá un té o un café para todo aquél que tenga a bien acercarse.
Los jóvenes beduinos llaman poderosamente a atención de las viajeras, el halo de exotismo que envuelve su pelo negro y sus profundos ojos teñidos de khol despiertan sueños de aventura...
Jordania es sinónimo de amabilidad y hospitalidad, sin duda este país y sus gentes deben mucho a unas tribus que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, pero que también han sufrido el abandono de las instituciones, aunque poco a poco las cosas van cambiando, y la herencia cultural va teniendo el reconocimiento que se merece.
Besos y abrazos por igual.
